¿Cómo funciona la psicología?
Aunque la visita a un profesional de la psicología se ha normalizado y ya no se interpreta como “ir a un loquero”, hay mucho desconocimiento respecto a su funcionamiento.
Antes que nada es importante saber que no hay una psicología, sino tantas como los diversos enfoques psicológicos y visiones del funcionamiento del ser humano existen, siendo que algunos enfoques son más científicos y otros más vivenciales.
Los enfoques psicológicos se pueden dividir a su vez en especialidades, interpretaciones del problema, métodos de tratamiento, además de la experiencia y profesionalidad del terapeuta que influye en su puesta en práctica. Esta enorme variedad se debe a que todavía existe mucho desconocimiento del funcionamiento psicológico humano y de la contínua investigación.
Entonces, para responder a la pregunta de ¿cómo funciona la psicología?, primero habría que preguntar al profesional de psicología escogido o recomendado. ¿Cuál es tu enfoque psicológico? y ¿Cómo funciona la psicología desde tu enfoque?, para ver si se adapta a tí y a lo que esperas.
¿Por qué acudir al psicólogo?
Lo que sí sabemos es que se suele acudir por:
– Un problema que puede ser personal, de la situación o de otra persona.
– Una necesidad sentida de cambio o inquietud interna.
– Incluso puede que me lo hayan recomendado pero no reconozco tener un problema.
En definitiva, casi todas las personas están en esa búsqueda de equilibrio o mejora a nivel personal o relacional. Facilitará el proceso la guía de un profesional de la psicología con un enfoque que se adapte a las necesidades personales, a la situación y problema principal.
¿Cuánto cuesta y cuál es la duración de una atención psicológica?
El precio mínimo por sesión está estipulado en el Colegio Oficial de la Psicología en función de las diversas especialidades, (sanitaria, jurídica y pericial, educativa, social, deportiva…. ). Todo terapeuta que ejerce la psicología en España debe estar colegiado en uno de los Colegios Oficiales de la Psicología según su lugar de residencia en España y podrá ejercer su profesión a nivel estatal. Debe cumplir el código deontológico y contar igualmente con un seguro.
Una sesión se puede realizar en 15 minutos o alargar a más de 2 horas. Lo recomendable es que dure entre 50 minutos a 1 hora y 30 minutos de entrevista.
El número de las sesiones que se precisan las marca el profesional de la psicología en función de su enfoque, el problema a tratar y la propuesta de intervención psicológica.
Normalmente en la primera entrevista el psicólogo recoge toda la información personal, y al terminar la entrevista o en la segunda entrevista, es cuando el terapeuta presenta un plan de tratamiento con el número de sesiones necesarias y se recomienda una periodicidad que puede ser semanal, quincenal, mensual. La periodicidad depende principalmente de los recursos económicos que se dispongan y quieran invertir, y de la implicación con la terapia.
¿Qué contar en una primera entrevista al psicólogo o a la psicóloga?
En la primera sesión terapéutica, es muy importante que haya una buena comunicación inicial y expreses cómo te sientes, ya que muchas veces aparecen bloqueos, miedos, prejuicios, que impiden centrarse en el problema de consulta, y son necesarios resolverlos primero para conseguir una buena terapia.
Es normal acudir con cierto grado de alerta, tensión o ansiedad a una primera sesión, por eso:
– Antes de la terapia: Escribe cual es tu problema principal o háblalo con alguna persona cercana, de esta forma te resultará más fácil poderlo expresar en la sesión. Realiza un listado de aquellos puntos que tienes dudas o te dificultan el hecho de iniciar una terapia y compártelos antes de la terapia para que puedan resolverse a través del diálogo.
– Al inicio de la terapia: Pide que te explique cual es el enfoque terapéutico que utiliza para que decidas si se adecua a ti. Cuenta tu problema principal tal y como lo sientes en este momento, tus dudas no resueltas, que esperas de la terapia. El terapeuta te guiará a través de preguntas para conocer más información de los aspectos que te preocupan, las consecuencias y el origen.
A lo largo de la terapia puedes expresar las dudas que vayan surgiendo. Si la terapia se realiza online puedes escribir en el chat que aparece al lado de la videollamada mientras se produce la sesión. De esta forma el terapeuta irá adaptándose a ti, a tus necesidades y emociones.
–Una vez terminada la terapia: Ábrete para decir sinceramente que te pareció la terapia y si ha cubierto tus expectativas, en caso contrario puedes exponer lo que hubieras necesitado, lo que faltó por hablar, las sensaciones y emociones que sentistes.
La sesión debe terminarse habiendo cerrado el proceso terapéutico, con la sensación de salir bien de la sesión, puesto que no deberías irte con la sensación de quedarte a medias, sin haber concretado algún punto de trabajo o emocionalmente inestable.
Algunos problemas y actitudes que pueden aparecer, cuando la ansiedad, el miedo, entre otras reacciones, son muy elevadas:
1º Bloqueo: Sensación de quedarse paralizado o en blanco.
2º Negación: No querer ver el problema principal y exponer solo problemas secundarios o consecuencias. O quitar importancia al problema personal.
3º Proyección: Tendencia a culpabilizar a las otras personas de lo que me sucede.
4º Huida: Actitud que no afronta directamente el problema sino que desvía la atención para no entrar en la zona dolorosa.
5º Vergüenza: Sensación de autovalía negativa. Uno se percibe como inadecuado, malo, no válido…
6º Prepotencia y Orgullo: Sentimiento de superioridad que dificulta entrar en el problema ya que la persona teme sentirse débil y sin defensa si baja la guardia y se expone.
7º Dependencia emocional: Tendencia a complacer al terapeuta diciéndole lo que se cree que este espera oír, también sumisión y negación personal. Esconde la necesidad de atención y cuidado, y el miedo al rechazo o abandono emocional si se expresa lo que realmente se siente.
8º Ansiedad e Hiperactivación: Se asemeja a la huida, sería una forma de desviar la atención a estados emocionales y conductuales para no entrar en la zona dolor.
9º Timidez: Problemas de conexión emocional y autoevaluación como persona no válida o inadecuada. Esto dificulta una buena comunicación y alejamiento de las personas, distanciamiento y poca empatía. O por el contrario siento al psicólogo como demasiado invasivo o enjuiciador por lo que la tendencia es cerrarse más.
10º Problemas a nivel físico y psicosomáticos: Me duele la boca del estómago, me falta el aire, mi cuerpo está congelado o no lo siento, estoy con mucha tensión o angustia, mi cuerpo me pide huir…
11º Problemas a nivel mental: Me resulta difícil centrarme y explicar cuál es mi dificultad, no puedo ordenar mis ideas, tengo mucha confusión, soy pesimista
12º Problemas de ansiedad inicial: Siento ansiedad y me lleva a bloqueos emocionales o mentales, culpabilidad, miedo, vergüenza, timidez, enfado, celos/ envidia, angustia, soledad, abandono, autolesiones, ideación suicida.
Recuerda que la terapia se adaptará a ti, así que pregunta todas las dudas y expón tus necesidades.
Cuanto más natural seas mejor, ya que así será más fácil que te conozcan y podrá iniciarse una terapia con fluidez.